La Vuelta a Boedo con aroma de café

por  Alejandra Abboud

Un día llegó a una de las reuniones del departamento de la mujer y ya desde ese mismo momento se hizo escuchar. Habla rápido, con esa tonada que la distingue entre el resto de las voces. Ella es colombiana, amante del fútbol, del Nacional de Medellín y obviamente fanática del Ciclón. Admira a Iván Córdoba y muere por el café...argentino! 

Se llama Alexandra. Hace unos seis años atrás dejó su tierra natal para venirse sola a probar suerte en nuestro país. Qué fue lo que hizo que eligieras Buenos Aires para venir a vivir acá? le preguntamos. "Pues el fútbol", responde sin dudar. Ella ya sabía que su destino no era el lugar donde le tocó nacer, sino el que iba a elegir por propia decisión. No hubo amigos, parejas ni trabajo de por medio para incentivar esa elección. Sólo su amor por el fútbol, a lo que más tarde se sumaría esta devoción por los colores azulgranas.

Nos cuenta que recorrió todas las canchas, ya que quería conocerlas una por una. Hasta que le tocó visitar el Pedro Bidegain. Ahí su corazón latió de manera especial. La canción que se cantaba era su propia canción. El aire, la gente, el calor la hacían sentir como en su casa. Nada en el mundo le pareció más propio que ese lugar. Pero a la hora de respondernos cuál fue el "click" que la hizo advertir que San Lorenzo sería su gran pasión, dice con seguridad: "pues su historia!".

Desde hace tres años es socia de nuestro Club y escucharla hablar con tanta euforia del Ciclón, acrecienta nuestro orgullo de pertenecer a la hinchada más grande y gloriosa del mundo. Eso sí, cuando se enfrenten San Lorenzo de Almagro y Nacional de Medellín en algún encuentro, ahí se le generará la gran disyuntiva de su vida. El primer enamoramiento frente al último y definitivo amor. Alexandra no quiere ni imaginar siquiera que eso pueda ocurrir alguna vez. Su corazón no está preparado para semejante trauma y por ahora parece lejano un hecho así. Mientras tanto cada día que pasa es más argentina y más cuerva.

Un ejemplo de participación, de querer ser parte de nuestra historia grande. Ella eligió ser de San Lorenzo por la historia del Club, y hoy el destino la encuentra junto a todos nosotros luchando por recuperar nuestra identidad y nuestra pertenencia.

La Vuelta a Boedo con aroma de café.